Lo que uno puede aprender fácilmente a preparar es una causa rellena. En el Perú la causa es un plato popular, fácil de preparar y representativo de nuestra gastronomía. Se puede preparar causa de pollo, atún o verduras, claro que según lo que le guste varia en sus ingredientes.
Es una delicia que no debe dejar de degustar. Hace tres días atrás recibimos en la oficina de Cuzco Eats la grata visita de Hubert Cruz Surco, un amigo que estudio para chef en el instituto de alta cocina Blue Ribbon.
Platicando entre risas y recuerdos alegres, la hora iba pasando y se acercaba la hora del almuerzo. Hubert nos preguntó ¿qué íbamos a almorzar o a donde íbamos a ir a almorzar? Walter y yo no teníamos nada planeado así que le preguntamos a nuestra visita si tenía alguna sugerencia. Hubert entró a la cocina y dijo que se podía preparar algo fácil y rápido. Nos dio a elegir tres opciones: arroz con pollo, tallarines verdes o causa rellena. Las tres opciones son buenas, pero entre los tres elegimos la causa rellena de pollo.
Rápidamente salimos a comprar los ingredientes al mercado Wanchaq.
Compramos:
1 kilo de papa amarilla.
1/2 kilo de pechuga de pollo.
1 sobre de mayonesa.
2 ajíes amarillos.
2 paltas.
2 huevos.
1/4 aceituna.
1 rama de perejil.
1 pimiento.
Cuando volvimos a casa, de inmediato Huber puso a hervir el pollo, las papas y los huevos. Ya sancochadas las papas, le ayudamos a pelarlas y a estrujarlas en un recipiente hondo. Luego se licaron los ajíes amarillos hervidos y bien pelados sin sus venas. En un vaso de vidrio se dejó el ají licuado para luego mezclarlo con la masa de papa, y una cuchara de mantequilla para que no se desmorone la masa. Aumentó un poco de sal al gusto. El sabor se sentía increíble.
Mientras le ayudábamos a deshilachar la pechuga de pollo hervida con sal al gusto, él iba picando y quitándole los hilos de los tallos del perejil.
Una vez listo y deshilachado el pollo en un recipiente, le puso la mayonesa y el perejil picado para luego mezclarlo.
Tendió la masa de la papa sobre la mesa cubierta con una bolsa plástica. Encima de la masa, que tenía un cm de grosor, acomodo el pollo. Sobre el pollo puso la palta cortada en tiras delgadas. Ya todo listo lo envolvió como el pionono. Lo cortó en rodajas sobre un plato y lo adorno con tiras de pimiento, rodajas de huevo sancochado y aceituna despepada.
Una sorpresa para nuestros ojos, el plato se vistió de fiesta. Los colores y los olores de la causa rellena de pollo nos hacían que los sintieramos en el paladar sin siquiera tocarlo.
En el paladar eran agradables todos los ingredientes. Walter Huber y yo quedamos contentos y satisfechos con la causa rellena de pollo.
