La plaza de Cusco está llena de vendedores y emoción, hoy, el segundo día de Santurantikuy y Nochebuena. La gente viene a ver lo que se ofrece y a comer un anticucho (un pincho de carne a la parrilla de una esquina llena de humo). En el mercado se venden figuras del niño Jesús, el niño Manuel, y otras que forman parte de la escena del pesebre que se encuentra en casi todos los hogares, ya que esta noche a medianoche la gente colocará al bebé «recién nacido» en un pesebre en el nacimiento de su casa.
Esta es la culminación de la navidad aquí, mientras los fuegos artificiales se disparan y las personas se reúnen en familias para reír, contar anécdotas y comer.
La fiesta celebra a la familia, y especialmente la llegada de un bebé «nuevo» divino, con esperanza y expectativa, así como a través del año los niños han nacido y han sido recibidos en las familias.
Durante los días previos a esta noche, en toda la ciudad, las personas han ofrecido chocolate caliente y regalos a los niños, especialmente a los niños de las familias más pobres. Hacen fila y esperan su turno pacientemente para recibir una taza de calor fragante, incluso si está lloviendo. También tienden a recibir una porción de panetón, o un bizcocho o dos.
No solo es esta una celebración de las personas más afortunadas que dan a los niños más pobres, ya que los adultos son, por definición, más ricos que los niños, es un reconocimiento de la generosidad y el dar de comer que es la base de la sociedad cusqueña.
Mientras que esta noche las festividades se llevarán a cabo en los hogares, en la familia, antes se hicieron en el espacio público donde las instituciones, las organizaciones y los grupos de amigos han decidido agasajar a los niños al igual que esta noche las personas finalizarán sus escenas de vida para vitalizarlos con el Niño Jesús.
Esta época del año es hermosa, con vegetación, flores por todas partes y campos fértiles en crecimiento. También es el momento en que las personas unen la historia del nacimiento del Niño Jesús con la situación de los niños en la sociedad y en sus propias familias para