La ortiga es una hierba que crece comúnmente en casi todos los lugares del Cuzco, en clima templado y con bastante calor. Es muy fácil identificar por el borde dentado de sus hojas. Son en general plantas de aspecto silvestre y no suelen medir más de un metro.
Su característica más llamativa y la que le ha creado una fama poco favorable alrededor del mundo son sus pelos urticantes. Estas diminutas vellosidades que recubren toda la planta inyectan una sustancia irritante con el más ligero contacto.
Es una planta de hojas perennes, opuestas, y de color verde oscuro. Sus peculiares pelos son muy frágiles. Al romperse introducen en la piel un líquido que causa una irritación que puede pasar al poco tiempo o persistir durante días.
Esta irritación y molestia producida por la ortiga es conocida como urticaria, y da nombre a todo el grupo de plantas que tienen esta misma característica.
Los que suelen jugar con esta planta son los niños y también los jardineros porque ellos están muy a menudo en contacto con esta hierba. Cuando era niño me gustaba jugar con la ortiga junto a mis amigos, el juego se denominaba el que se rasca pierde, entonces teníamos que aguantar el roce de la ortiga en nuestra piel, claro que no lo hacíamos con el rostro solo con las manos.
Mi madre decía que esta planta tenía bastantes propiedades curativas, de niño no entendía mucho del tema solo me gustaba divertirme con mis amigos.
Es verdad la ortiga tienen bastantes propiedades curativas como un remedio para reumatismo y parálisis de las extremidades, sobando o urticando la parte afectada, para luego darse un baño con chorros de agua fría.
También tiene utilidad para la caída del cabello, como cicatrizante en diferentes ungüentos, también se hacen tintes naturales para textiles, por su perenne color verde oscuro que es lo que más denomina de esta planta.
En diferentes culturas le dan un uso variado a la ortiga, por ahí escuche que también se puede comer. De esta manera aun se mantiene algunas tradiciones ancestrales como es la medicina natural.
