Comentario

Cachuelo, una palabra y una necesidad vital

Hay palabras que casi nunca escuchas y casi nunca usas. Las palabras muestran el lugar de una persona en el mundo y, cuando te encuentras con ellas, te pueden abrir un mundo entero.

Esta mañana una de ellas me apareció de sorpresa. Es cachuelo.

Escuché esa palabra hace un año y recién, mientras viajaba al casco colonial en un taxi, la oí de nuevo.

El conductor, un hombre amigable con una camisa blanca y vaqueros bien planchados, me invitó a visitarlo en su trabajo principal en un restaurante. Dijo que trabaja duro allí aunque también maneja un taxi. Tiene dos trabajos con el fin de ahorrar dinero para construir un par de departamentos. Los piensa alquilar a turistas y otros que desean permanecer en el Cusco por un período de tiempo.

«El restaurante es mi trabajo principal», dijo. «Conducir un taxi es mi cachuelo. Sabes, con la economía como es y las necesidades de mi esposa e hijos necesito otro trabajo. Uno simplemente no paga lo suficiente”.

Ese es el cachuelo, un segundo trabajo para ayudar a que se cumplan sus metas. En Cusco, y por extensión en Perú, el conductor aseveró que los salarios pagados por un trabajo no son suficientes.

Haciendo un cachuelo en Cusco (Walter Coraza Morveli)
Haciendo un cachuelo en Cusco (Walter Coraza Morveli)

Por supuesto, la idea de ser adecuado es menoscabada por su argumento a la necesidad de construir apartamentos. El conductor está ocupando dos trabajos con el fin de mejorar su situación económica para él y su familia.

Pero en la noción de pago inadecuado él señala algo importante. El salario mínimo en Perú es relativamente bajo, alrededor de 750 soles al mes, es decir cerca 200 dólares. Sin embargo muchas personas ni alcanzan ganar esto. Como resultado, al menos en Cusco, hay un concepto de necesitar un segundo trabajo para sobrevivir al fin de mes. Es algo normal y esperado entre un sector sustancial de la población.

Por curiosidad, decidí buscar en el diccionario de la Real Academia Española para ver si tenía la palabra y qué significado le daba. Para ser honesto, me sorprendió encontrarlo, y aún más me sorprendí cuando el diccionario reconoció un significado específicamente peruano. Dijo «un trabajo ocasional, mal pagado».

En Cusco, ni la ocasionalidad ni la pobre remuneración parecen las características definitorias. En cambio, la noción clave es que es un trabajo adicional al lado del trabajo principal.

La palabra sugiere un pequeño gancho, una conexión, que paga. Proviene de una palabra raíz que significa cuerno, cacho, con un sufijo diminutivo y un tanto despectivo, -uelo.

A pesar de ese origen, la palabra tiene sentido particular en el Cusco donde las conexiones son lo que permiten a la gente común encontrar trabajo y, de hecho, sobrevivir. Se manifiestan en la importancia de los grupos de amistad, y los lazos básicos, que a menudo se formalizan en las relaciones de compadrazgo y de jurqa, él que está ritualmente obligado a ayudar a patrocinar una fiesta. Garantizar el valor de esos lazos es una búsqueda constante en Cusco.
Otro aspecto interesante de esta palabra, cacho, del que se deriva el cachuelo, es que cuando se hace un verbo, cachar, significa tener sexo.

Por lo tanto, el significado básico de cachuelo es de sobrevivir y construir el éxito a través de los lazos sociales. Le permite a la gente conectarse el uno con el otro.

Como dijo el taxista, cuando llegamos a mi destino, «nunca se sabe cuándo se va a necesitar un amigo. Se encuentran en los lugares más interesantes. La única manera de encontrarte a ti es si vas a mi restaurante. Por favor, hazlo y entonces podremos ser amigos.»

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