Es la octava de Corpus y se come chiriuchu
Ya repican las campanas de la Catedral. Están llamando y recordando a la gente que hoy los santos saldrán de la Catedral y una vez más procesarán con sus seguidores por las calles. Es la octava de la fiesta de Corpus Christi y tiempo para que los santos regresen a sus parroquias, cada uno por una ruta diferente y cada uno acompañado por devotos encariñados.
Las campanas también recuerdan que en la Plaza San Francisco la ciudad ha montado tiendas de campaña y presenta un festival gastronómico. La ciudad vendrá para sentarse debajo de elloa y devorar el clásico plato festivo del Cusco, que incluso puede vascender desde los tiempos Incaicos, el chiriuchu.
Significando «plato frío”, el chiriuchu no sólo tiene una larga historia, es rico en simbolismo y muy querido en la ciudad imperial. Se compone de ingredientes cocinados de diferentes maneras, de hervido a frito, y que simbolizan diferentes nichos ecológicos. Se compone cuidadosamente en el plato en una imponente montaña de comida, una mandala del universo. Se debe comer con las manos en pedacitos, un poco de este nicho y un poco de eso, de tal manera que al comer se componga la unidad cósmica.
Esta tarde es hora de ir a San Francisco e unirse a la gente del Cusco mientras celebran más que los santos, su tierra de muchas alturas y reunir a todos juntos en unión. Lo disfrutarás.