En el Cusco es tradicional comer platillos al horno en festividades, cumpleaños, aniversarios o simplemente para darse el gusto de satisfacer los antojos, los platillos al horno son muy sabrosos, jugosos y llenos de sabor.
En la ciudad imperial del Cusco se puede encontrar hornos artesanales a leña a toda hora, por la madrugada en estos preparan el pan para sacar al mercado, pero durante el día se hornean diferentes carnes, cerdo, cordero, pescado, cuy, entre otras carnes, algunos mandan a hornear para sacar a la venta o también para compartir y festejar alguna celebración.
En mis 27 años he ido conociendo diferentes barrios de la ciudad, a cada lugar que llegaba siempre veía un horno cerca a la disposición del público, en todo este tiempo pude ver hornos artesanales a leña de diferentes tamaños y con distintas decoraciones, algunos lo adornaban con diferente figuras de la cosmovisión andina, serpientes, pumas, cóndores y chacanas.
En la mayoría de estos hornos el precio varía según a la cantidad de producto, si mandas un pollo entero o un cuy te cuesta a 3 soles y así va subiendo el precio según a la cantidad a hornear.
También se puede ver hornos rústicos artesanales en algunos restaurantes y pizzerías de la cuidad, en estos establecimientos se puede percibir rápidamente el aroma de algún platillo horneado.
Imaginar que en cualquier momento saldrá de ese gran horno de barro un seductor desfile de carnes, hace que a más de un comensal se le presente repentinamente el hambre, cuando la puerta del horno se abre por fin el olor se libera.
Estas carnes horneadas desaparecen ni bien se sirven al plato, se sabe que el principal ingrediente es el amor que le pones al producto, pero las amas de casa sazonan los potajes con hierbas de huerto eso hace que en el interior del horno suden las carnes en combinación al aderezo y las hierbas.
Para mí los alimentos horneados artesanamente son memorables, el calor balanceado hace que todo se muestre cocido y jugoso, todo eso recrea la noción de ricura hogareña.
Los cusqueños acostumbramos comer los platos típicos hechos al calor de la leña u horneados en hornos rústicos, estos son fabricados con barro, ladrillos refractarios y trozos de vidrios, estos se muestran tan fuertes que el fuego no lo derrite ni lo deteriora.
El horno es un dispositivo que genera calor y que lo mantiene dentro del compartimiento, desde el punto de vista gastronómico, da un sabor especial a los platillos.