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El Ñacacho en el abra de la montańa sagrada del Salkantay

Cuenta la tradición oral que un día un arriero de 4 mulas que viajaba con su mujer llevando turistas por la ruta de Soraypampa, ruta que conecta con la ciudadela de Machupicchu, de regreso a casa al atardecer ya con las mulas vacías, pasaban por el lugar llamado Manchay huayco (nombre quechua que significa cueva que asusta) cerca al abra de Salqantay que se encuentra a 4, 600 m.s.n.m..

Se encontraron con un Ñacacho (persona que le saca el sebo humano para venderlo), este Ñacacho se enamoro perdidamente de la esposa del arriero, pues ella era una mujer muy bella de ojos negros y cabello largo, la pareja de esposos se encontraban totalmente asustados y paralizados por el miedo.

Ñacacho (By Fernando Delgado Aguirre)
Ñacacho (By Fernando Delgado Aguirre)

En ese momento el Ñacacho dijo al hombre: «Si quieres vivir tienes que dejarme a tu mujer, solo así serás libre».

El hombre muy triste se acercó a su esposa y le dijo si no le obedezco nos matara a ambos, y nuestros hijos se quedaran solos y desamparados, regresare por ti amor mío, entonces el hombre lloroso le dijo al Ñacacho que sí le dejaba a su mujer, tomó tres mulas y se fue de allí.

El Ñacacho se hizo quedar una mula de color blanco, agarro a la mujer del brazo y la llevo hasta su cueva montada en la mula, ya estaba más obscuro, la cueva estaba dentro de una formación rocosa de una montaña, dentro de esta cueva habían ollas, cucharas y un poto (recipiente hecho de calabaza para transportar agua),cueros de animales que utilizaba para dormir, la mujer astutamente de dijo «prepara la cama que ya quiero dormir y quítate toda la ropa, que es así como duermo con mi esposo».

El Ñacacho totalmente enamorado hizo caso a la mujer y se puso a acomodar los cueros para dormir, mientras tanto la mujer con un cuchillo hizo hueco en la base del poto,  recipiente donde se traía el agua, cuando el Ñacacho estaba listo esperando a la mujer, ella le dijo: «tengo mucha sed y antes de dormir quisiera beber un poco de agua».

Entonces el tomo el poto y salió rumbo al riachuelo sin ropa para cumplir los deseos de la mujer que amaba, el no se había dado cuenta que el poto tenía un hueco y este no se llenaba.

Mientras tanto la mujer tomo unas mantas y huyó del lugar, por la oscuridad no pudo ir tan lejos.

Por su lado el Ñacacho trataba de coger el agua, demoro mucho tiempo, cuando se dio cuenta que el poto estaba hueco enfureció tanto que a toda velocidad camino de regreso a la cueva, pero por la obscuridad tropezó y cayó  a un risco y por el frio del lugar apareció muerto congelado al día siguiente.

La mujer al amanecer comenzó a buscar el camino que la lleve a su casa, fue entonces que vio a lo lejos al Ñacacho muerto desnudo y congelado, entonces decidió regresar a la cueva a traer el caballo; cuando estuvo dentro de la cueva, busco entre las cosas que tenía el hombre y encontró sorpresivamente una bolsa de cuero llena de dinero, ella muy contenta lo tomo, se subió a su mula y retorno a su casa.

Cuando descendía de la montaña su esposo la vio a lo lejos y corrió llorando, la abrazo tan fuerte y le pidió perdón por haberla dejado, ella le conto lo que le había ocurrido al Ñacacho y con el dinero ella y su familia vivieron felices.

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