Una reflexión sobre nuestro patrimonio
Patrimonio es la herencia de bienes materiales e inmateriales que nuestros padres y antepasados nos han dejado a lo largo de toda nuestra historia. Gracias a los cuales tenemos una identidad, sabemos quiénes somos y de dónde venimos.
En la actualidad venimos afrontando problemas respecto a su conservación y protección, somos víctimas de tráfico de bienes culturales. Nuestros sitios arqueológicos e históricos vienen siendo depredados con construcciones modernas sin control, nuestras áreas naturales sufren depredación constante por las grandes empresas taladoras de árboles, así como de las empresas mineras informales, donde el habit de especies animales y vegetales son amenazadas, sobretodo por la negligencia de autoridades e indiferencia de la ciudadanía.
El patrimonio no sólo se refiere a lo material o físico, patrimonio también se refiere a lo que llamamos cultura viva, como folklore, costumbres, tradiciones, medicina natural, creencias, mitos, leyendas, arte culinario, danzas, idioma y todo aquello que podamos transmitir a viva voz o a través de demostraciones prácticas como la danza.
Es nuestro deber y derecho cuidar este legado, aprendamos nuestro idioma mater el quechua, bailemos nuestras danzas típicas, escuchemos nuestra música andina, aprendamos de nuestros abuelos del poder curativo de las plantas, conozcamos nuestros sitios arqueológicos e históricos, porque no se valora lo que no se conoce. No permitamos que la memoria de nuestros antepasados se pierda y con ella nuestra identidad.
Es necesario elaborar mejores leyes y proyectos que permitan proteger nuestro legado, así como elaborar programas de gestión y conservación de patrimonio. Ésta tarea de la conservación no sólo depende de nuestras autoridades, sino de toda la población en su conjunto, porque protegerlo y defenderlo es nuestro deber y derecho. Todos nosotros somos los participantes activos para la conservación y preservación de nuestra herencia cultural que es el legado para nuestras futuras generaciones, no olvidemos que conocer, respetar y valorar nuestra cultura es pieza clave para construir un mejor futuro.
