Restaurantes en Cusco cerrados y gastronomia peruana agoniza en deudas
La gastronomía peruana vive una desazón por todo lo que acontece a causa del Covid- 19. En la capital Lima, en el Cusco y en las tres regiones de nuestro Perú. La mayoría de los chefs y sus restaurantes donde se producían los platos más afamados y deliciosos de nuestra gastronomía, vienen cerrando sus puertas a causa de las aplicaciones y restricciones que trae esta cuarentena obligatoria.
Mientras se va prolongando esta situación por los contagios y las muertes, la desesperación por las deudas y la reducción de personal viene dejando sin vida a estos establecimientos donde se veía antes de esta pandemia mucho movimiento por parte de los turistas nacionales e internacionales.
Ahora la mayoría de los restaurantes más afamados y representantes, vienen sintiendo los estragos causados por este virus mortal. En el Cusco los restaurantes más concurridos tienen cerradas sus puertas por falta de comensales. Es un desastre, ya que nuestra gastronomía nacional depende mucho del turismo y su economía.
El chef Martínez propietario de unos de los restaurantes más conocidos en el Cusco, tuvo que cerrar su local llamado Mil, ubicado al lado de los restos arqueológicos de Moray, un lugar conocido como centro de investigación agrícola hace más de 500 años. Mil dependía mucho del consumo turístico.
Según la Unión de Gremios de restaurantes del Perú, de los 200,000 restaurantes que había en el país antes de la pandemia, 70.000 han cerrado, llevándose consigo 350,000 puestos de trabajo
“Las medidas son insuficientes y se requiere un rescate financiero porque las empresas formales de restaurantes van a estar limitados a cumplir con sus obligaciones”, dijo el portavoz del gremio de restaurantes privados, José Luis Silva Martinot.
Los restaurantes más prestigiosos del país han tenido que afrontar sus deudas sin recibir ingresos durante este tiempo de pandemia, va a ser muy difícil si el gobierno no da algún tipo de salvataje, se estima que la mitad de restaurantes quebraran en los últimos 30 días y la otra mitad en los próximos seis meses.
Los estragos también lo viven los productores agrícolas que abastecen diariamente a todas estas empresas gastronómicas que se muestran perjudicados.