Es difícil hablar de algún aspecto social sin que el promedio de las personas perciba la opinión vertida con algún tinte político, de alguna forma la opinión que uno forje será etiquetada y puesta en una balanza.
La sociedad cusqueña como la peruana se guía muchas veces por las apariencias y el prejuicio, solo hace falta escuchar los discursos en los medios de comunicación cusqueños o peruanos para encontrarse con esta realidad, claro que no siempre se puede generalizar y aun si así fuera, siempre hay oposiciones por muy minoritarias que sean, situación que mantiene una sociedad dividida y muchas veces contrapuesta;
Sin embargo hay situaciones de unanimidad donde se busca un fin común, el día de ayer fue uno de esos días, miles de personas se congregaron para luchar por un fin común como es la lucha contra la corrupción en el Perú, todo este hecho se desató por el escándalo que salió a la luz este último mes, donde se acusa al ex presidente del Perú Alejandro Toledo de haber recibido un millonario soborno de la empresa Odebrecht;
Toledo antes del escándalo era conocido por su lucha contra la mafia Fujimontesinista en la marcha de los cuatro suyos que él mismo encabezó en el año 2000 para derrocar el gobierno de Fujimori, es quizás por ese motivo que este hecho creó una decepción general en el pueblo peruano, pues Toledo era considerado aún por muchos peruanos como un símbolo de la lucha contra la corrupción, aunque para otros ya venía perdiendo credibilidad por los problemas legales que tenía anteriormente, en todo caso como cita el dicho popular “Dios perdona el pecado pero no el escándalo”.
La ciudad del Cusco desde tiempos milenarios es conocida por su carácter de lucha ante las injusticias sociales, en el Cusco nacieron siempre luchadores sociales, Manco Inca por ejemplo que se rebeló contra los españoles en la época de la colonización, o el revolucionario Túpac Amaru, entre otros personajes más contemporáneos como Emiliano Huamantica que es símbolo de la lucha popular del siglo XX.
Cusco es una ciudad acostumbrada a los levantamientos, es por eso que incluso tiempo atrás recibió el apelativo de “Cusco Rojo”, en una época que a muchos cusqueños les llena de orgullo recordar, es así que también en nuestros días las personas se organizan y se conglomeran en las calles para salir a protestar contra lo que no les parece justo.
Ayer fue la lucha contra la corrupción el motivo más importante, aunque también salieron colectivos para protestar también sobre otros temas como la legalización del uso medicinal de la marihuana, este es un tema que pasa un poco desapercibido, pues se ve opacado por el tema de la corrupción.
Sin embargo en el país en estas últimas semanas se ha abierto el debate a partir de una protesta que encabezaron madres de familia, luego de que en las noticias se publicará el allanamiento de una casa en Lima donde se cultivaba cannabis y se procesaba para producir aceite de marihuana. Cusco no se encuentra ajeno a esas noticias, por lo general los noticieros locales muestran noticias de detenciones a traficantes o intervenciones en terrenos de cultivo donde se encuentran cientos de plantones de marihuana.
La noticia más relevante se dio el año pasado cuando Cedro (Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas) público un informe donde la ciudad encabeza el consumo de marihuana a nivel nacional, el hecho se tornaba más alarmante pues el consumo en el Cusco triplica al de Lima, los especialistas de Cedro atribuían este problema al carácter cosmopolita de la ciudad del Cusco y veían como posible causa el turismo, actividad muy importante en la ciudad del Cusco por ser un aliciente para la economía local.
El carácter conservador de muchos pobladores cusqueños hace difícil el debate de temas controversiales como la marihuana, el meretricio, el alcoholismo o la homosexualidad, aunque como se diría popularmente son un secreto a voces.
