Comentario

Los Santos Van Marchando, Cambios y Gloria

Se van los santos y el tráfico del Cusco está atascada con procesiones por muchos lados. Ayer salieron de la catedral en la gran procesión que se llama la salida y hoy regresan a sus parroquias lentamente con todos sus devotos.

En la procesión el séquito de los santos se reduce a autoridades, algunos jurqados, los cargadores y las bandas que tocan marchas y otras canciones para anunciarles y acompañarles con música.

Se aumentan las procesiones de cada santo hoy, ya que vienen más devotos y se acompañan con los comparsas de danzantes de todas las hermandades que se forman alrededor de ellos. Pueden formar una línea de más de un kilómetro de largo al estar volviendo a paso de baile y con paros frecuentes para devociones y descansos.

Todo es un proceso majestuoso. Sin embargo el resto de la ciudad procura seguir con sus actividades, aunque con tantos santos el tráfico se congestiona por todos lados.

Antes, las danzas acompañaban al santo durante la gran procesión aunque hiciera que durara hasta muy entrada la noche. No sé cuándo, pero se tomó una decisión de cortar las danzas de la procesión alrededor de la plaza de amas, sea durante la fiesta misma o sea durante la octava. Más bien han agregado otro día para que se amplíen las procesiones, se completen, y todos los devotos de las diferentes parroquias pudieran enseñar su fé y sacrificase para expiar sus pecados.

Es impresionante, sólo que para apreciarlo no hay un punto de concentración donde se percibe el todo de las procesiones y danzas como era antes. Más bien, han decidido enfatizar la procesión de los santos, como el momento central, cuando para los feligreses suele ser la procesión con todos siguiendo a sus santos.

Fuera de resaltar el momento religioso, sin mencionar del poder religioso de la diócesis de determinar cuáles son los eventos centrales, la decisión es curiosa ya que quita las danzas de su entorno festivo religioso en el centro ritual de la ciudad y les vuelve periférica a la vez que ya comienzan los pasacalles de las instituciones cusqueñas que sí danzarán por la plaza. Aunque sean las mismas danzas, se le consideraran folclore, la manifestación de un pueblo y no tendrán el aspecto de devoción y fe que tienen en Corpus. La religión Católica se purifica y cede paso al folclore.

Un señor mayor cusqueño me lo comentó esta mañana. Dice que no tiene ningún interés en venir a ver pasear a los santos. Sube a comer su chiriuchu y vuelve a su casa porque la procesión ya no le interesa en la forma que toma ahora.

Nos enseña la importancia del chiriuchu que para algunos va más allá de la religión.

De todos modos, las procesiones de los santos ahora llaman la atención con su suntuosidad, su complejo sonido con muchas bandas de músicos y kaperos, y su variedad de color y movimiento.

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