En los andes del Perú las montañas o también llamadas “Apus” son esencias que tienen mucho poder y misticismo, los incas y culturas pre-incas conocían de tal y tenían un respeto hacia la naturaleza y a la vez lo veneraban.
Se dice que en el tiempo inca tras la muerte de algún gobernante la esencia del mismo se guardaba en el corazón de uno de los “Apus” y este cuidaría a la población siempre vigilando desde lo más alto.
Pero si retamos a la naturaleza cambiando su curso podemos ocasionar algún desastre como se está dando en todo el mundo. Cuando uno camina por los diferentes centros arqueológicos de la ciudad del cusco se puede apreciar construcciones incas impresionantes, construcciones que no alteran el curso de la naturaleza, sino que se adapta a ella.
Una montaña puede tomar una decisión fatal bien pude ocasionar algún movimiento sísmico y puedas caer al abismo o hasta quedarse con tu alma si este lo desea.
Cuenta la historia que una joven visito uno de estos centros arqueológicos que se ubica en lo más alto de una montaña en el mes de agosto, mes donde la Pachamama esta sedienta de ofrendas.
Queriendo coger agua de un riachuelo cerca de este lugar resbala y se pega un gran susto, todos sus amigos corrieron a ayudarla y socorrerla pensado que había ocurrido algún accidente, no había ocurrido ningún accidente físico y ellos se pusieron más tranquilos.
Pero al pasar unas horas, al momento de descender de la montaña la joven se retorcía no queriendo dejar el lugar diciendo “Ese señor me está llamando y tengo que ir”, pues al principio pesaron que era una terquedad de la joven, pero cada vez que se alejaban más la joven empeoraba hasta que quedó inconsciente.
Algo no estaba bien así que buscaron a una persona que los pudiera ayudar, vieron en las hojas de coca que el ánima de la joven había sido atrapada por la montaña y que la joven se estaba muriendo a causa de eso.
Era algo que no podían comprender, pero con la ayuda de las personas más antiguas del lugar realizaron una ofrenda hacia la Pachamama pidiendo que el ánima de la joven regrese, finalmente al cabo de unas horas la joven había regresado en sí misma no recordando nada de lo que había sucedido.
Las montañas y toda la naturaleza tienen mucho poder que con solo retarla podemos alterar su curso y pueda ocurrir alguna desgracia, respetemos la naturaleza igual como los incas y las civilizaciones antiguas lo hicieron.