La increible devoción al Señor de Huanca
Miles de peregrinos cusqueños, nacionales e internacionales, viajan incontables kilómetros, con el fin de rendirle tributo al Señor de Huanca. Esta peregrinación es muy importante para todos los devotos quienes con mucha fe y devoción concurren a dicho templo sin importarles las adversidades climáticas.
Para poder visitar el templo hay algunas personas que lo hacen caminando, para lo cual parten en la noche desde la plaza de San Jerónimo, que es el punto de encuentro de todos los devotos, no importa las edades, van jóvenes, adultos, ancianos, familias completas. Según la tradición cuando uno empieza esta peregrinación caminando, tiene que hacerlo por tres años consecutivos, de no cumplirlos, sus peticiones tampoco se cumplirán.
Hay otras personas que prefieren ir en carro, sean estos particulares o buses, siendo el punto de encuentro de los buses la puerta principal del Coliseo Cerrado del Cusco.
Se cuenta que el origen de este Cristo martirizado, que es así como lo denominan, se di0 en el Siglo XVII, cuando un indio llamado Diego, huyo a Huanca escapándose de sus patrones, quienes lo maltrataban, se dice que llegando al lugar de Huanca rezo todo el día y toda la noche para que no lo encuentren, cuando llego la noche se le apareció la imagen de un Cristo sangrando, frente a lo cual el hombre se llenó de mucha emoción y decidió llamar al mejor pintor que tenía el pueblo para inmortalizar esta imagen del Cristo que había visto en una piedra.
Una de las costumbres que se practica en devoción al señor de Huanca, es bañarse en las aguas heladas que emanan del nevado de Pachatusan, siendo un rito de purificación del cuerpo y alma, para lo cual las personas que concurren, se despojan de sus prendas, sin importarles el pudor.
Algunas otras personas llevan el agua a sus casas en botellas y otros recipientes, para poder bendecir su hogar, sus vehículos, negocios, etc. y regalar a las personas que no tuvieron la oportunidad de visitar el Santuario.
Unos metros antes de pisar el Santuario, existen tiendas pequeñas que ofreces a los visitantes velas, flores, adornos con la imagen del señor de Huanca y otros decorativos. Cuando se ingresa al santuario uno puede apreciar a las personas prendiendo sus velitas blancas, o de diferentes colores, cada color para un propósito diferente y a otras personas haciendo figuras con la cera derretida, usualmente uno puede ver casitas de cera, carros, granjas, corazones, etc. los cuales representan lo que desean tener. Existe mucha gente que comenta que al hacer estas imágenes en cera se les ha cumplido su petición, por eso cada año con más fe continúan realizando el peregrinaje y haciendo más peticiones.
Alrededor del santuario también se puede apreciar a las personas haciendo figuras en piedra, las cuales representan sus peticiones.
La peregrinación al Señor de Huanca es sin lugar a duda una de las más concurridas con las que cuenta la ciudad del Cusco, es una gran muestra de fe y devoción de la gente hacia Cristo.
