El caso raro de los acentos finales, tipo Perú.
Hay una pregunta que no me deja en paz. Es una de aquellas que te pica y no deja de picarte. Deja que te muestre cuál es.
El sitio arqueológico masivo por encima del casco colonial de a ciudad del Cusco es un ejemplo. Su nombre es una carrera de sonidos que fluyen hacia una explosión al final, una marea fuerte que se rompe en las rocas del fin, cuando se dice en español. En el quechua indígena, más bien, la explosión ocurre en el mar, antes de chocar con la costa de los espacios entre palabras.
El lugar de la erupción el agua se representa en el deletreo por una tilde escrita en este caso, Saqsayhuamán versus el Saqsayhuaman sin acento. Si escuchas con cuidado vas a escuchar a la gente pronunciarlo de ambas formas, pero la mayoría de los cusqueños hispanohablantes le pronunciarán con acento agudo en la sílaba final.
Esta no es la única palabra así. Me parece que hay un especie de patrón donde en español algunas palabras provenientes de idiomas indígenas toman un acento agudo cuando otros se acentúan de forma llana. La llana, o grave, es la forma más común del español, y por ende normal. En el Quechua es la única forma de acentuar las palabras. Lo mismo el Aymara. Son muy regulares al respecto.
Ya que tanto el español y el quechua tienen mayormente la misma forma de acentuación en la penúltima sílaba cae extraño escuchar algo como Saqsayhuamán. Si se pronuncia de forma grave, más bien, figuraría como la mayoría de las palabras normales del español. Como palabra aguda, con la explosión de sonido al final, se destaca del mar ordinario de palabras hispanas.
Me parece intrigante que el nombre del país parece ser una de éstas. Es Perú, palabra aguda, y algo anormal por consecuencia. Llama la atención.
Habrá sido pronunciada antes de la llegada de los españoles en forma llana, como las palabras parecidas: pero/a o perro/a (esta última trae el insulto que tanto se tiró en contra de los indígenas al considerarles perros y que sigue implícito en discusiones sobre el deletreo correcto del nombre Cusco o Cuzco.) Sin embargo se hizo, probablemente, alguna transformación para volverle aguda y me pregunto cómo se hizo.
Por ahora no tengo la respuesta pero seguiré viendo otros ejemplos, como el apellido común Huamán. En Quechua es Huaman, sin tilde y por consecuencia llana. Por supuesto que esta palabra es la misma que el final del compuesto del sitio arriba mencionado.
Otro ejemplo de otra palabra emparentada pero no idéntica, Huamaní, otro apellido indígena común.
Sin embargo hay otros ejemplos que no se valen del halcón que es la palabra que traduce Huaman, como Pachacamác, que en forma normal indígena sería Pachacamac.
Hay algo curioso que pasa acá, pero no sé exactamente qué. Me parece que la mayoría de las palabras quechuas y aymaras que se han prestado e integrado al español se acentúan como lo harían en el Quechua. Empero, existe el juego de palabras que no lo pronuncian así, como las que hemos visto y más.
En el español se marca la diferencia entre palabras graves, es decir normales, y palabras agudas, no tan normales. Como resultado puede ser que como esas palabras que se volvieron agudas funcionaron como símbolos en el mundo indígena y como símbolos de lo indígena y su poder en el mundo hispano, que se cambiara su acento hacia la sílaba final para subrayar eso mismo. Otras palabras que no estaban sobrecargadas con ese peso simbólico, pasaron al español con la acentuación que tenían y, así, se hicieron normales.
De verdad no sé cómo fue ni por qué y espero que algún lingüista histórico me enseñara la explicación y la información que lo compruebe. ¿Porqué se dice Saqsayhuamán cuando en Quechua es Saqsayhuaman?
Como alguien que he pasado la mayoría de mi vida como adulto o viviendo en una Bolivia muy indígena o visitándole, lo encuentro bien raro. Me parece que se obliga en el Perú la falsificación de ciertas palabras indígenas para que se puedan ver como indígenas. No cabe duda que en el Perú hay, dentro de su castellano, un proceso fuerte de negación de la integridad fónica de las palabras simbólicamente indígenas, mientras que en Bolivia el mantener los sonidos indígenas intactos en esas mismas palabras es importante. Me insistieron cuando me enseñaban el español Boliviano y me quisieron cambiar mi dejo Tejano-Nuevomejicano. Para ellos es ch’ullo y no chuyo como se suele pronunciar en las ciudades del Perú.
Me parece el mismo proceso esa falsificación como cuando se colocan letras raras o letras en lugares raros, como rity en cuenta de rit’i, en coyurity o Qoyllur Rit’i. Lo misma pasa con la h que aparece en lugares insólitos. Aunque no lo sé puedo postular que para ser conocidas como palabras indígenas, las de valor tienen que ser violentamente sacados de su entorno normal y recodificadas como indígenas mediante esa transformación fónica o, en escritura, mediante el uso de letras raras.
Sin embargo estas son meramente apuntes en busca de una respuesta al interrogante y espero que alguien me saque de esta duda.