Recuerdo cada día que paso por la Calle Marqués, que hace 8 años atrás era una vía de tránsito vehicular muy visitada, era un caos moverse por ahí, ya que siempre los peatones tenían que ponerse a los costados para dar paso a los vehículos.
Ahora esta calle es una de las más conocidas por los cusqueños, los visitantes nacionales y extranjeros pasean por esta calle, ya que es una zona comercial donde se puede encontrar a cada paso un poco de todo, hay tiendas de ropa, restaurantes, cafés, heladerías, tiendas de tatuajes y unas dos ferias artesanales en los interiores de estas casonas conservadas con el tiempo.
Es impresionante ver y ser parte de todo el tránsito que se vive todos los días en esta calle, los jaladores de los negocios por el medio de la calle ofreciendo sus productos, los artesanos con sus parches en los costados de la calle ofreciendo sus trabajos a los visitantes y locales, y la música variada que producen los mochileros visitantes levanta el interés de conocer y transitar por esta calle.
La Calle Marqués se encuentra a dos cuadras de la plaza de armas del Cusco pasando por la iglesia de la Merced, ingresar por este punto es llenarse los ojos con las casonas coloniales y sus balcones de color verde o azul.
A cada paso sus fachadas nos hacen saber un tanto de su historia. Marqués es una calle fascinante, está formada de casonas coloniales sobre muros y templos incas, por fuera se aprecian sus balcones churriguerescos con bastante detalles y portales con diferentes escudos españoles, por dentro de las casonas se puede ver los patios amplios y en medio fuentes de agua, rodeado de arcos que sostienen los enormes pisos de las mansiones.
Su nombre data desde que Don Diego Ezquivel, su familia de gran poder económico en esa época, hizo construir la primera casona del Marqués de Valleumbroso. En el siglo XVIII, la casa alcanzó su mayor extensión. Aparte de poseer dos grandes patios, lo que era excepcional en el Cusco, por dentro a su alrededor del espacio se distribuían cinco tiendas, cuatro chicherías y una panadería que proporcionaban abundantes rentas al cuarto Marqués de Valleumbroso.
Ahora esta mansión está ocupada por la escuela de Bellas Artes del Cusco – Diego Quispe Tito – la cual le da un buen aire e inspiración artística. Si vistas el Cusco vale la pena pasar por la escuela de los artistas.
