Un problema pesado, cambios en Perú
Gordura. Miraba a los estudiantes universitarios subir las gradas en el edificio de artes liberales de mi universidad en los Estados Unidos. Me di cuenta que la mayoría de los que veía tenía sobrepeso y algunos luchaban para subir la escalera de 13 gradas.
Me preguntaba por qué y si los cambios que llevaron a eso podrían tener que ver con la urbanización, cambios en los patrones de comer en familia y la comercialización de comida. Pensé que tanto había cambiado en los EE. UU y me preguntaba si no sería lo mismo en el Perú y si sufrían también de la epidemia global de obesidad.
Primeramente esas preguntas me transportaban a mi juventud, donde pocos fueron considerados con sobrepeso y los anuncios de las revistas se llenaban de elíxires para subir de peso. Las mujeres nos preocupábamos de no tener muchas curvas, de tener piernas magras o de ser vistas como pobres por ser flacas.
Pueden comparar este anuncio de los 60 con una de 2004 para ver cómo ha cambiado
Nuestra percepción de la gordura ha cambiado. Ya no se ve como de estatus. Me preguntaba si un cambio similar habría pasado en el Perú.
Loar la flaqueza también ha cambiado la imagen de las mujeres y de la belleza en el Perú, me parece. Antes las personas de estatus, hombres y mujeres estaban más corpulentos que ahora. Ser gorda o gordo era la imagen de un hacendado, en la época de los gamonales sobre todo porque los trabajadores rurales y urbanos sufrían de falta de nutrición adecuada y de calorías por día.
En el Perú se encuentra cuentos folklóricos del carisiri o pishtacu que roba grasa ya que la grasa es una substancia de valor, no solo por razones de cosmovisión andina sino por diferencias de estatus también. Aquí se puede considerar la imagen del ekeko, como de Puno o Bolivia, donde es un hombre mestizo corpulento, con muchos bienes, y muy feliz.
El ideal de ser bien acolchonado ha caído de aceptación social y esto corresponde con el crecimiento de la tasa de obesidad. Los Estados Unidos han pasado a ser el país más obeso del mundo. 72% de su población sufre de sobrepeso u obesidad. El Perú le sigue por el mismo camino. En 2013, según reporta El Comercio, más de 40% de su población adulta se encontraba con sobrepeso u obesidad. Además según Jaime Villena, el presidente de la Sociedad Peruana de Endocrinología:
“Ser sedentario, consumir comidas ricas en grasas, sal y azúcar, aunque pobres en cuanto a vitaminas, minerales y otros micronutrientes son la causa mayor de obesidad en los niños y mayores”
Tener sobrepeso es uno de los mayores riesgos para que se tenga el síndrome metabólico, un problema grave asociado con gordura excesiva. La definición de este síndrome, según el Instituto Nacional de Salud de los EE.UU. depende de una combinación de lo siguiente.
Tener la cintura grande
Niveles elevados de triglicéridos (o estar con medicamentos para tratarlos)
Un nivel bajo de colesterol HDL.
Presión sanguínea elevada (o con tratamiento para la misma)
Glucemia elevada
Por consecuencia, mucha gente tanto en el Perú como en los EE.UU. está en riesgo de tener diabetes. Según la Fundación Internacional para el Diabetes, se estimó en 2014 que “la prevalencia del diabetes en adultos (20-79 años de edad) fue 6.1%. Entonces 1, 143,600 peruanos padecen de diabetes y más de 300,000 carecen de diagnosis.”.
Hay diferencias entre la sierra y las tierras bajas, costa y selva. Hay más presencia de obesidad y, por consecuencia diabetes en altura. Aun así por todo Perú la obesidad es un problema creciente.
Por la complejidad de este problema escribiré la semana entrante en cuanto a los factores que conllevan a subir de peso en el Perú y en los EE.UU y las preocupaciones consecuentes de salud.