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Un oso de anteojos bebe en la montaña de Machupicchu – una experiencia maravillosa

Organizando y llevando grupos a la ciudadela de Machupicchu un día cualquiera se convirtió en un día muy especial ¿y por qué? Esta es mi historia.

Un día  del mes de Septiembre, muy temprano, mi grupo de 11 pasajeros polacos y yo  salimos del hotel rumbo a visitar la ciudadela de Machupicchu, ingresando en el primer horario de visita 6:00 am, hora en la que abren las puertas de acceso a la ciudadela. Comenzamos nuestro tour recorriendo los diferentes sectores de Machupicchu, el cual dura aproximadamente entre 2:30 a  3 horas, al terminar nuestro recorrido nos dirigimos al punto de control de acceso a la Montaña Machupicchu que se encuentra a una altura de 3.061.28 m.s.n.m., en este control todos los pasajeros que ingresan deben registrarse colocando su nombre , número de pasaporte y hora de ingreso, de la misma manera al salir de la montaña deben volver a registrar su salida, esta es una forma de controlar que todos los pasajeros salieron de la montaña.

Mi grupo y yo empezamos a subir a la montaña a las 9:05 am, el camino al inicio fácil, al pasar la media hora, todos nos empezábamos a preguntar cuanto faltaba pues ya estábamos un poco cansados, continuamos la caminata y el camino se hacía un poco más difícil, aparecían gradas pequeñas de piedra y empezaban a doler un poco las rodillas, con mente positiva y buena energía continuamos el ascenso, según avanzábamos habían otras personas que ya estaba retornando después de su visita, la mayoría empezábamos a preguntarles cuanto nos faltaba, ellos decían faltas 15 minutos, la alegría de que ya estábamos cerca se veía reflejada en los ojos de los turistas, pasaron los 15 minutos y aun no llegábamos, preguntábamos a otros turistas cuanto faltaba y decían 15 minutos más y así sucesivamente, finalmente nos demoramos 1 hora y media en llegar a la parte más alta.

Al llegar allí a la cima, todo agotados, se nos abrieron los ojos tan grandes al ver a un pequeño oso de anteojos, llamado también oso andino. Se veía tan hermoso que de inmediato todos sacamos nuestras cámaras y celulares para tomar fotos y filmar. No se veía atemorizado. Se acercaba a los turistas sin ningún temor. Al parecer, buscaba que le demos algo de comer. Uno de los turistas sacó de su mochila una manzana roja. Al ver esta fruta el osito se acercó a él y se paró de dos patas. Levantó las manos e hizo un sonido que todos lo entendimos como si estaba pidiendo que le diera la manzana. El turista inmediatamente se lo dio y el osito se alejó hasta la ladera de la montaña para comer en privacidad.

Pablito the bear in Machu Picchu (Photo: Fidelus Coraza Morveli)
Pablito the bear in Machu Picchu (Photo: Fidelus Coraza Morveli)

Todos muy contentos, decían “que afortunados somos”. Uno de los turistas comenzó  a llamarlo con el nombre de Pablito. No sé por qué, talvez en honor al primer guía  de Machupicchu, el niño Pablito que guio por primera vez a Hiran Bingham. Al oír esto el osito retornó a nuestro lado. Entonces de todos lados se escuchaba Pablito por acá, mira para acá. En un momento una señora dijo que este oso es un bebe y tendrá entre 8 meses de nacido; su madre debe estar cerca.

Todos se asustaron  y miraron alrededor. Unos comentaban qué haríamos si su madre viniera. Todos no podríamos bajar por las gradas. Algunos tendrían que saltar. Todos se miraban y reían hasta que apareció el guardabosques y espantó al osito. De pronto llegó un niño muy cansado y empezó a preguntar a todos “¿dónde está el oso?” Todos le decían “ya se fue”, y empezó a llorar y gritar “Yo amo a los osos, no es justo que yo no lo viera, tráiganme al oso, mama quiero ver al oso,”. Gritaba y lloraba tan fuerte que todos sentimos pena por él, pero así es la vida. Será razón para que él y su familia vuelvan a Machupicchu.

The Bear trying to get fruit (Photo: Fidelus Coraza Morveli)
The Bear trying to get fruit (Photo: Fidelus Coraza Morveli)

Para que todos conozcan mejor al oso de anteojos diré lo siguiente:

El oso de anteojos conocido también conocido como oso andino, habita en los bosques húmedos andinos. Usualmente son de color marrón o negro y tienen una mancha blanca que rodea sus ojos. Es un animal que está en peligro de extinción. Vive en los pisos montañosos que van de los 800 a los 3.800 msnm aunque llega a altitudes de 4.750 msnm. Generalmente, se alimentan de materia de origen vegetal, como frutos, brómelas, raíces etc. La gente los ha ido matando por que muestran peligro para la agricultura y las cosechas y por otro lado se han ido talando muchos bosques con fines madereros. Hoy en día existen áreas naturales protegidas que conservan y protegen na este animal , entre ellas el Santuario Histórico de Machu Picchu. Este hermoso animal hoy en día es el protagonista de la nueva moneda de colección de un sol.

Si usted va a visitar la Montaña de Machupicchu existe la posibilidad que se encuentre con este hermoso animal, aunque otros dicen que es cuestión de suerte.

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