Si has estado en Sud América por más de un minuto ya has tenido más de la cuenta de Nescafé instantáneo, quizás con una pizca de azúcar natural como chancaca si has tenido buena suerte. No me deja de sorprender que en la regiones de café extraordinario y de producción importante, como Colombia, Guatemala, y Perú la mayoría del café local se exporta al otro lado del mar para máquinas de espresso europeos. Se suele encontrar más cultura del café en los Estados Unidos y Europa que en los lugares de origen del cerezo del café. Sin embargo no se está siempre en un pueblo chico aislado y así destinada a un café no tan bueno. Para esos días dulces de vida citadina quieres un café excelente, carajo.
En mi opinión hay un lugar especial en el infierno para turistas que frecuentan los Starbucks placenteros de países sureños. Me parece tonto pagar por que se exporte una planta local, se tueste hasta casi quemarlo, y se empaquete para venderlo a precios exorbitantes. Es una perdida vergonzosa olvidarse de los sabores frescos y ricos de los cafés locales.
Así pues, cuando estés de paso por el Cusco y te late una buena taza de café, sal de la Plaza de Armas y prueba estos sitios únicos. Aunque las definiciones variables cusqueños de un latte o un cortado pueden frustrar, a la vez agrada encontrar una cultura todavía no estandarizada. La tradición en Perú es de hacer una esencia de café al que se le agrega agua en la taza. Pregunta a tu barista en cuanto a su brebaje particular y descubrirás una historia de tierra, plagas, y globalización que ni si quiera esperabas tener en mano.
El mejor lugar elegante: La Valeriana
Entra a este café ubicado centralmente en la Avenida Sol después de tu visita al Qoricancha, el Templo del Sol o Santo Domingo. Su vitrina brillante enseña dulces como torta de coco y yuca, tartaletas de frutas, que te invita a disfrutar. Un espacio amplio y bien limpio con atención pronta te da la esperanza de un café al estilo internacional, con leche espumada y todo. (Avenida del Sol 576)
Las mejores vibras y tortas—el Café Laggart
Adentro encuentras murales floridos y arte punk local. Tienen un surtido de infusiones originales, buen café, y una torta de maracuya que te deleitará. Es difícil equivocarte en materia de comida acá. Es un buen lugar para disfrutar con tus amigos y dejar fluir una conversación bacán al lado de arte re-interesante. Un punto de interés es una pintura de artistas callejeros locales que está detrás del mostrador. Tal vez reconozcas la fuente de la plazoleta de San Blas.(San Blas, Tandapata 101)
Mejor lugar solitario con opciones veganos – L’atelier
Esta cafetería tiene un espacio en los altos como ático con detalles femeninos. Ponte en uno de los bancos al lado de la ventana y piérdete con la vista encantadora o con un buen libro. Con pasteles veganos deliciosos, cerveza artesanal, tisanas, y buen café es un lugar para ir sola para disfrutar de tu tiempo ya que casi ni hay espacio para ti y tu morral. (Carmen Alto 227)
Mejor lugar para estudiar – The Meeting Place
Este café con gerencia inglesa cuenta con café filtrado, waffles belgas, y batidos enormes. Con mucha luz natural, mesas grandes, y música chill, este es un buen lugar para estirarte con motivo de trabajo o estudio, o para juntarte con tus amigos para planear tu próxima aventura. La atención es algo lenta pero lo bueno es que nunca te sentirás apurada. (Plazoleta San Blas 630)
