Noticias

Conflicto y Propuestas sobre el Cerro Colorado, Wininkunka

Por Eric J. Rayner y Nelida Azucena Ccarita Cusiwata con la ayuda de David Knowlton

Cerro Colorado o Rainbow Mountain para el turismo o como se llama Wininkunka, se ha vuelto un lugar popular para los turistas dado a su esplendor natural y por la mirada que les permite de la vida de los campesinos. Sin embargo este turismo crea conflictos y dificultades para la gente del lugar.

Wininkunka se encuentra dentro de la provincia de Canchis, distrito de Pitumarca. Su gobierno propone se le declare una “reserva paisajística”. La designación se establece para proteger las calidades naturales del paisaje que le vuelven único, tanto como la cultura de que es parte.

Rainbow Mountain
Rainbow Mountain

La designación propuesta responde al reporte de que hay esfuerzos de la provincia vecina de Quispicanchis de procurar apoderarse de tierra que tradicionalmente pertenece a Pitumarca e incluye el Cerro Colorado. A la vez protege los derechos de los que residen dentro de la reserva y su forma de vida. Su propiedad les permite establecer normas para el turismo y a la vez beneficiarse del mismo. La reserva incluirá a agricultores, pastores, y tejedores. La reserva natural de Wininkunka se combinará con el circuito turístico de Ausangate.

La propuesta responde, asimismo, a los esfuerzos reportados de una ONG (organización no gubernamental) con cuyos comentarios no contamos. Se indica que ACCA (la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica), en combinación con un miembro de la comunidad, pretenden privatizar la zona para el beneficio de dicha ONG.

La comunidad de Pampachiri, parte de Pitumarca, menciona estos esfuerzos de privatización, mientras pretenden bloquearles mediante la propuesta de reserva paisajística.

De hecho, las agencias de turismo y organizaciones no gubernamentales poderosas han pretendido impedir los esfuerzos locales en diferentes lados y controlar la conservación y el turismo para los fines del mercado que las agencias y ONGs representan, mientras que las metas de la comunidad quedan rezagadas. Las comunidades en muchas partes del mundo se encuentran en una lucha para mantener sus valores y fines frente a urbanos pudientes.

La obsesión afiebrada del turismo con Rainbow Mountain, como lo llaman en inglés, ya ha tenido un impacto devastador en el ambiente sensible de la montaña y del valle adyacente, y lo más importante, en sus habitantes.

A pesar de la subida desafiante de 5,200 metros, cientos de trequeros, visitantes, por día han invadido el valle de Ccayahuire, donde se ubica Wininkunka, y se piensa que pronto rebasaran la capacidad del circuito del Ausangte y su ambiente.

Familias extendidas de pastores de alpaca y ovejas componen dos comunidades de altura, Alto y Bajo Ccayahuire en la zona afectada. Viven en un nivel de auto-subsistencia mediante la cría de animales y la producción de papas nativas de altura.

Ambas comunidades son parte, oficialmente, de la Comunidad Campesina de Pampachiri. Las dos indican que el turismo reciente está destruyendo el ambiente alpino sensible, estresando a las alpacas al punto de provocar enfermedades y de arruinar la calidad de vida de la comunidad.

Traídos por agencias de turismo, sean inscritas legalmente o no, los turistas se imponen y abruman a las comunidades pequeñas de altura con polvo y bulla y dejan huellas profundas en el suelo delicado alpino. Se reporta que algunos trequeros hasta molestan a las alpacas para su propio beneficio o por sacarles fotos, a la vez que molestan a las manadas salvajes de vicuñas que, por consecuencia, tienen que buscar otras partes de la reserva propuesta. A pesar de la intrusión no invitada, los comuneros son gente hospitalaria.

La municipalidad provincial de Pitumarca obliga a los pastores a hacer el mantenimiento de los caminos en deterioro por sobre uso, lo cual es una tarea ardua en cualquier altura. Las comunidades de altura también controlan el abra de altura (5,200 metros), el mirador, y un pequeño sitio arqueológico que todavía funciona como un adoratorio local, una huaca. Los locales no perciben ninguna recompensa por su trabajo duro ni por el acceso de extraños a su agua y tierra. Salvo el caso de alquiler de caballos, casi todas las ganancias van a la industria de turismo en el Cusco.

Los habitantes del Valle del Auangate hablan mayormente el Quechua, uno de los principales idiomas nativos de los andes. Tradicionalmente se divide el valle en cuatro sectores, Pampachiri, Pitumarca, Ccapaqchapi, e Ilave, no importa el relieve natural. La vegetación de altura es de matas verdes esponjosas y la zona está drenada por pequeños riachuelos. En la puna, las comunidades casi no hablan el español y, por consecuencia, son más vulnerables a la explotación de Cusqueños y locales que son más pudientes y tienen educación formal. Algunos bilingües han comenzado a explotar a la gente de altura por el turismo.

La gente del Valle del Ausangate considera Winikunka, el Cerro Colorado, como un apu, es decir un ser sagrado quien protege el ambiente y sus habitantes. De acuerdo con la leyenda, la montaña con sus estrías multicolores es la inspiración para los tejidos finos y reconocidos de la región.

El 18 de mayo del 2016, la UNESCO y el Ministerio de Cultura del Perú declararon a los tejedores del Valle del Ausangate junto con su iconografía única como patrimonio de la humanidad.

La provincia de Pitumarca espera que la declaración de una reserve paisajística para Wininkunka, permitirá el control del flujo turístico por el Valle del Ausangate así como ayudará en la preservación de su cultura milenaria y su ambiente delicado.

Publicaciones relacionadas

Un comentario

  1. No es cierto que ACCA tenga intenciones de privatizar y mucho menos asociado con alguien de la zona. Tomamos con mucha preocupación este comentario del todo falso y perverso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba