La gente se alista para emprender nuevos rumbos. Algunas personas deciden despedir el año viejo en diferentes ciudades del Perú como otros deciden viajar a distintos países para recibir el año nuevo.
Las cábalas vienen y las cábalas se van. La gente practica distintas cábalas s para su hogar. El color amarillo es parte del año nuevo. Es la cábala de la gran mayoría de personas. Este color representa la armonía familiar. Es por eso que todos lo cusqueños, me incluyo yo, usamos este color en mistura, collares de papel crepe y otras cosas que van innovando con el pasar del tiempo.
Los hornos no dejan de arder. El pan que es fabricado día día pasa a la historia en año nuevo. Los famosos horneros llenan sus hornos con deliciosas y jugosas bandejas para las cenas de Año Nuevo y a la vez llenan los bolsillos de dinero.
Olores y sabores esquistos se desprenden de cada esquina. Por aquí huele a lechón y por allá a pavo. Estos son algunos de los platos mas usados en la ciudad por año nuevo. Me olvidaba de mencionar los famosos tawachaquis (cuyes). Estos roedores son condimentados por la mágica plata llamada huacatay. Es asombroso el sabor que brota antes y después de llevarlo al horno. Tiene un aroma agradable e indescriptible. Todos estos platos mencionados enriquecen y alimentan el paladar cusqueño.
Pequeñas esferas redondas alumbran la sala de la casa de diferentes colores: verde, rosada y morada. Lasuvas son infaltables. Son también una de las tantas cábalas as que se emplean en la fiesta de año nuevo. Son doce uvas por persona. Llegada ya las doce de la media noche, cada persona las deleita una tras una pidiendo un deseo bajo la mesa mentalmente.
Las bebidas son indispensables en año nuevo. Hay desde champagne y vino hasta cerveza en la mesa. Cuando el reloj marca las doce se realiza el primer brindis ,ya sea con vino o chanpagne. Y luego se cierra la fiesta del año nuevo con cerveza. Es lo tradicional.
