La naturaleza siempre nos da sorpresas desde animales con adaptaciones climatológicas extremas hasta plantas con particularidades asombrosas, como por ejemplo las plantas carnívoras. Plantas que se alimentan de insectos y para lograr esto han evolucionado de diferentes maneras.
Charles Darwin fue el primer científico naturista que influyo en el planteamiento de la evolución biológica a través de la selección natural. Darwin fue el primer científico que constató la existencia de un grupo de plantas que son capaces de atraer, capturar y digerir insectos.
Hoy en día a estas plantas las conocemos como carnívoras, ya que gracias a muchos estudios se pudo saber que no sólo digieren insectos, sino que también son capaces de capturar algunos pequeños crustáceos e incluso pequeños mamíferos.
Este tipo de especies de plantas suelen crecer en ambientes muy pobres en nutrientes, por esta razón han desarrollado mecanismos para obtener los suficientes nutrientes para sobrevivir en estos medios de escases.
Una de las plantas más asombrosas de este género es la Venus Atrapamoscas (Dionaea muscipula), ya que utiliza sus trampas de sus mandíbulas para agarras a sus presas. Las trampas se activan gracias a unos pelos diminutos ubicados en la superficie interna de su hoja que funcionan como resortes, cuando el insecto hace algún contacto con ellos provocan el cierre automático de la trampa. Lo sorprendente de esto es que para que realmente se active la trampa el insecto debe por lo menos hacer contacto con más de 2 de estos pelos, gracias a eso la planta se asegura que lo que está en la trampa es un animal y no agua, polvo o algún objeto.
Después de atrapar a su presa la trampa ira cerrándose cada vez más, dentro de ella los insectos irán activando una y otra vez mas pelos hasta que las glándulas de la trampa irán segregando enzimas digestivas y sustancias capaces de transportar nutrientes. Pero la planta consume una gran cantidad de energía para digerir a sus víctimas, por esta razón no hay que provocar el cierre de sus trampas ya que la planta no ganara ningún beneficio.
En el mundo existen muchas plantas que pueden asómbranos por sus mecanismos tanto para defenderse como para obtener nutrientes, y una de ellas es esta magnífica planta llamada Venus atrapamoscas.
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