En estas fechas en el calendario cristiano es costumbre de todos los años realizar la peregrinación hacia el santuario del señor de Huanca. El santuario se encuentra en las faldas de la montaña Huata, que en español quiere decir piedra negra. Este gran templo está rodeado de paisajes naturales, montañas y vegetación verde.
El 14 de setiembre es el día central. Todos los devotos y fieles llegan hasta el templo para recibir la bendición y escuchar la primera misa que comienza a las 5 de la mañana. Para este día todo se ve repleto. En el interior del santuario la gente canta y reza casi sin espacio para moverse. En los patios se ve el movimiento de las personas, con sus cuadros y rosarios en las manos esperan el paso y la bendición del cura.
Para estas fechas también se arma una gran feria colorida. En esta se puede encontrar una gran mixtura de comida. Pero lo que más se puede ver son los cuadros, artesanías, llaveros y juguetes que uno compra para hacer bendecir con fe y devoción, esperando los milagros del señor de Huanca.
La primera peregrinación comienza la noche del 13 para llegar al día central. Los cusqueños para esa noche se reúnen en grupos de amigos o familiares. El punto de encuentro y de partida es la plaza principal del distrito de San Jerónimo, en esta plaza todos cargan sus municiones, linternas, pilas y alimentos. Desde las 10 de la noche ya salen caminando grandes grupos.
Caminan unos 40 minutos y dejan atrás las luces del alumbrado público de la ciudad. El camino empieza a tornarse cuesta arriba. El viento y los murmureos de las personas comienzan a sentirse más claros. Todos caminan en grupos, armando una gran cola por todo el camino. as luces de las linternas se ven coloridas y palpitantes. La música de los peregrinos se oye en diferentes ritmos. Toda la subida dura un aproximado de 3 horas.
Recuerdo que en el camino se puede encontrar 3 paradas. En cada una las mamitas del lugar ofrecen comida y bebidas calientes. La primera parada es un pequeño poblado. La segunda y la tercera son carpas provisionales de plástico. Algunos peregrinos optan por descansar en estas paradas. Otros siguen el camino hasta llegar a la cima. Ya en el punto más alto una parte decide descansar antes de descender la gran montaña. El camino siempre se ve transitado y el descenso va por un estrecho sendero empinado. En esta parte la vegetación se muestra más esponjosa. Los escalones de piedra y tierra van descendiendo la montaña en forma de una serpiente. Toda la bajada dura un aproximado de 2 horas y 30 minutos hasta el santuario del señor de Huanca.
Detrás del santuario se pueden ver carpas estacionadas, dispersas en las áreas verdes. Los que llegan antes de que comience la primera misa descansan en estos lugares. Después de escuchar la misa y recibir las bendiciones del sacerdote, los devotos encienden velas para adorar al señor. Algunas personas se bañan en los chorros de agua bendita para así limpiar espiritualmente sus cuerpos. Estos chorros se encuentran a un costado del santuario. Muchas personas arman colas para coger el agua en botellas y llevar a sus hogares.
La festividad del señor de Huanca expresa la combinación de dos dimensiones: la andina, donde el Apu Pachatusan es la residencia del espíritu guardián de la comunidad y la cristiana de origen Europeo.
