Todos los años en los meses de enero, febrero y marzo comienza la temporada de lluvias en la sierra del Perú, lo cual trae muchos beneficios y dificultades para la población.
Los primeros meses del año en la ciudad del cusco la presencia de lluvias se nota claramente. Por las mañanas el sol tiene un poco de presencia, pero después el cielo se nubla y comienza la lluvia.
Los agricultores esperan la temporada de lluvias con ansias para el crecimiento de los productos en los campos de cultivos para poder proveer de productos de primera necesidad como la papa y el maíz a los grandes mercados de abasto de la ciudad.
Las casas que tienen los techos de teja y paja se preparan para la temporada de lluvias cambiando las tejas que están rotas, poniendo una nueva capa de paja y limpiando los canales para que el agua no pueda empozar.
En los pueblos alejados de la ciudad tienen actividades importantes y primordiales para poder pasar la temporada de lluvias, como la recolección de leña. Ellos poseen almacenes para la leña y productos tanto para el consumo humano como forraje para sus animales.
La temporada del turismo baja en esta temporada ya que en muchos casos es difícil visitar los atractivos turísticos en lluvia y por esta razón muchos no planean visitar la ciudad durante las lluvias. Además el Camino Inca se cierra en el mes de febrero para hacer reparaciones y prevenir accidentes en el recorrido por las condiciones del clima.
Los caudales de los ríos suben y diferentes destinos como la ruta hacia Quillabamba sufren la inclemencia del clima con deslizamientos de tierras y huaycos. Los conductores que son de “Caña Brava” que traen productos de la selva o la costa y los transportes que viajan de región en región son los que más padecen las inclemencias del clima. Felizmente cada año las autoridades tratan de asfaltar más y asegurar mejor los caminos.
Entonces para esta temporada de lluvias prepárate, asegura tu hogar y toma precauciones si realizas algún viaje.
