El arroz con mariscos es un plato norteño muy reconocido dentro de la gastronomía peruana, aunque su sabor varía cuando se hace en las tres regiones de país. Es uno de los más pedidos en los restaurantes norteños y en las cevicherias del Cusco.
Recuerdo haberlo comido en varias ocasiones. Este plato colorido y sabroso donde desfilan los maricos junto al sabor del ají amarillo y el tomate tiene muchos comensales que lo prefieren y lo solicitan a diario. Su sabor es incomparable en la costa, en la sierra y en la selva ya que siempre se prefieren que los mariscos estén lo más fresco posible para su preparación.
Para la hora del almuerzo es una delicia disfrutar de este plato. En la cocina de Cusco Eats la semana pasada recibimos la visita de Huber un buen amigo y chef cusqueño. Nos había comentado que le gusta mucho la comida marina del Perú así que nos ofreció preparar un arroz con mariscos fiel a la versión norteña.
Con Walter, Natalie y Huber fuimos al mercado de Wanchaq en busca de los ingredientes. Caminamos comprando todo lo necesario por las secciones de mariscos, verduras y abarrotes. Al salir del mercado teníamos una bolsa de plástico llena con los ingredientes para la preparación: arroz blanco, camarones frescos con piel, calamares frescos, almejas, mejillones, vieiras, pulpo, cebolla, tomates, diente de ajo, ají amarillo, un puñado de arvejas, cilantro fresco, sal, pimienta y aceite.
De vuelta en casa, Huber comenzó por lavar y limpiar todos los mariscos. Picó los calamares y el pulpo en rodajas, los vegetales en cuadritos pequeños. Mientras sus manos trabajaban nos iba contando de sus experiencias en sus trabajos anteriores. En la última cevicheria tenía que preparar unos 100 a 120 platos de arroz con mariscos todos los días y muy aparte eran los ceviches, las parihuelas y los chilcanos.
Cuando encendió la cocina, se podía apreciar su arte. Todos los ingredientes estaban listos, seleccionados y ordenados para su cocción. Mientras el arroz y las arvejas se cocinaban, sus manos iban deshojando el cilantro para luego picarlas. Cada vez que volvía a la cocina me encontraba con diferentes aromas. El guiso de los mariscos y las verduras tentaban el deleite.
Ya cuando estaba el guiso y el arroz listo para mezclarse, Huber nos comunicó que era el momento de arreglar la mesa. La parte del equipo de Cusco Eats que estaba presente se emocionó al ver la decoración y oler el aroma que mostraba los platos servidos. Alistamos con ansias la mesa con las sillas.
Cada plato se mostraba abundante con su color rojizo tentador. Al probar se podía sentir en la boca la mezcla del arroz con los suaves mariscos y vegetales. Probar este sabroso plato fue una deliciosa experiencia de comida marina.
Aquí les dejamos un video resumiendo el trabajo de Chef Huber al preparar este manjar.
