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Las creencias antes y después de la muerte

Existen muchas creencias y supersticiones respecto a la muerte. Creencias que se mantienen de generación en generación a través de la tradición oral.

Recuerdo a mi abuela decir que cuando una persona va a morir los familiares, amigos y vecinos sueñan con carne roja o que se le caen los dientes. Éstos sueños casi siempre se cumplen. Por ésta razón cuando alguien tiene este tipo de sueños empieza a comentar a los demás diciendo: «ayer tuve un sueño muy feo, alguien va a morir», la gente empieza a murmurar en sus casas y esta superstición se agranda más, cuando por la noche los perros empiezan a aullar y así confirman que efectivamente alguien va a morir. Pasan los días y alguien muere, entonces los que tuvieron esos sueños dicen: «por eso soñé con carne o soñé sacándome los dientes.

Cuando alguien muere se cree que el alma no abandona de inmediato el cuerpo, pues unos días más recorre todos los lugares que ha visitado cuando estaba en vida.

Cuenta mi abuela que el día que murió su amiga del barrio, todos se reunieron en la casa parroquial para velar al muerto, pero uno de los familiares no fue al velorio. Se quedó cuidando la casa. Toda la noche y fue la peor noche de su vida, cuando estaba en una habitación que estaba en el segundo piso, de pronto empezó a escuchar que alguien caminaba en el corral, pues todas las gallinas hacían sonidos como si alguien las estaría arreando. Él se sentía muy asustado, no quería salir a ver quién estaba allí, de pronto las gallinas se callaron y un gallo empezó a cantar, nunca en su vida había escuchado cantar a un gallo por la noche, esto lo asusto mucho, se cubrió con las frazadas y empezó a orar, cuando de repente alguien hacia raros sonidos en la cocina, abrían y cerraban el caño del agua, prendían y apagaban la radio, era algo inexplicable pues no había nadie en la casa más que él. Luego todo se calmó, pasaron las horas y no podía dormir, cuando de pronto sintió unos pasos que se acercaban a la habitación donde él se encontraba, de pronto la puerta se abrió de par en par y entro un viento muy helado a la habitación, la única reacción fue hablar fuerte dando gritos “que quieres, sal de aquí”. De pronto los pasos se sintieron como si estarían saliendo de la habitación y bajando las gradas, desde ese momento todo se calmó hasta el día siguiente muy temprano en que los familiares retornaron del velorio. Cuando todos escuchan la versión del que se quedó a cuidar la casa, no les parece extraño, pues todos ellos saben que los muertos vagan unos días por la tierra recogiendo sus huellas y visitando a las amistades para despedirse, aunque estos se encuentren en los lugares más alejados, o se les aparece en sueños y dan pasos o pisadas en los pisos de las casas a quienes visita.

Después de que la persona muere, lo primero que se hace es vestirlo con sus mejores trajes y los mejores zapatos. Se tiene la creencia de que así elegante se le soñara, y de inmediato se le cierra bien los ojos. Pues se cree que, si no están bien cerrados, cuando este bajo tierra le saldran luces de sus ojos. Cuando se esta enterrando al muerto bajo tierra y se note que falta tierra para cubrir el agujero. La gente se asusta pues tiene la creencia que muy pronto alguien más morirá.

Si escuchas que alguien llama tu nombre y respondes, pero luego te das cuenta que no hay nadie alrededor se tiene la creencia que ya te están llamando del mas allá, o cuando de pronto te zumba el oído, uno se hace tres cruces en la oreja. Esto porque se cree que la muerte pasa por allí y al hacer las tres cruces garantizas que ella no vuelva a pasar por tu lado.

Todas estas creencias forman parte de nuestra vivencia diaria y aunque digamos que son creencias o supersticiones casi siempre se cumplen.

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